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jueves, 14 de junio de 2012

CÓMO PREPARAR UN BUEN CAFÉ



La preparación de un buen café es todo un ritual en el que no se debe olvidar ninguna de sus reglas; sólo así disfrutaremos de un café realmente bien logrado. Existen numerosas recetas para preparar el café, y en todas ellas hay que seguir unos sencillos pasos.







EL AGUA

El agua es un elemento fundamental, y quizá la clave, a la hora de preparar el café, ya que es el ingrediente que se encuentra en mayor proporción.
Es importante comenzar a preparar el café con agua pura y de calidad, y a una temperatura fresca. El agua que empleemos debe ser de dureza media. Aunque es posible utilizar agua del grifo, lo ideal es usar la mineral embotellada, ya que a veces, en las ciudades, no presenta las cualidades exigentes que requiere una buena taza de café. Es muy importante respetar las debidas proporciones de agua y café, si bien dicha proporción  constituye una decisión personal, ya que cada uno tiene un gusto particular sobre este punto.


LOS INGREDIENTES

Los utensilios y los ingredientes para preparar un delicioso café son, quizá, lo más importante del proceso de preparación.
Lo ideal es moler el café en casa y para ello se utilizará un molinillo de cuchillas o de placas. 
Si optamos por el café que se vende ya molido, debemos tener en cuenta que la cafetera sea de calidad. Existen diversos tipos de cafeteras: las exprés, las italianas y las de filtro. En cuanto a estas últimas, las más útiles son las de malla de acero inoxidable, puesto que las de papel pueden desprender sustancias que influyan en el sabor.

CONSEJOS ÚTILES

La manera ideal de conservar los granos de café es en un envase al vacío, en un sitio oscuro y fresco. 
La proporción de agua y café es aproximadamente dos cucharadas colmadas por 100 gramos de agua. La temperatura de ésta debe hallarse ente 96 y 98 grados centígrados, la que alcanza al hervir. No es recomendable dejar pasar tiempo una vez que se haya hecho el café; debemos servirlo justo después  de haberlo preparado y jamás recalentado. No se ha de guardar el café hecho, pues pierde propiedades y sabor.

PRESENTACIÓN FINAL

Servir el café será un paso más para saber disfrutar de esta bebida. La elección de la vajilla es personal, aunque tradicionalmente se ha preferido una taza de porcelana pequeña y sencilla para servir el café.
Es recomendable que la vajilla no esté fría para que, cuando se vierta el café, no cambie su temperatura. Con este fin podemos llenarla con agua caliente previamente.

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