Este blog es una compilación de recetas, técnicas culinarias, términos culinarios y hay hasta un SPA de tratamientos de salud y belleza en el que la materia prima son alimentos que encontramos en nuestra cocina.
Aplastar las yemas con un tenedor, y mézclalas con tres o cuatro cucharadas de bechamel y un poco de perejil picado muy fino. Rellenar los huevos con esta salsa.
En una fuente de hornear coloca la mitad de la bechamel y coloca sobre ellas las mitades de huevo relleno. Cubrir con el resto de la bechamel. Espolvorear con pan rallado. Gratinar en el horno.
9 huevos
200gr de atún al natural
Aceitunas
4 cucharadas de mayonesa
ELABORACIÓN
Cuece los huevos cuando el agua esté hirviendo aproximadamente 12 minutos y luego refréscalos en agua fría, córtalos en mitades, a lo largo. Retira las yemas.
Mezcla el atún con las yemas, hasta formar una pasta. Echa la mayonesa. y utiliza la mezcla anterior como relleno para los huevos.
Para servir, cubre cada huevo con mayonesa, un poco de yema picada y aceitunas sin hueso.
Nota
Podemos decorar el plato con unas hojas de lechuga.
800gr de solomillo de cerdo
8 cebollitas francesas o un manojo de cebolletas
4 cucharadas soperas de miel
1 o 2 nabos (según tamaño)
1 pimiento rojo
4 zanahorias
1 pizca de cominos
4 cucharadas de aceite de oliva suave
Sal y pimienta negra (al gusto)
ELABORACIÓN
En un recipiente calienta el aceite y dore los solomillos previamente salpimentados y, cuando estén dorados por todos los lados, vierte sobre ellos 2 cucharas de miel y una pizca de cominos. Introduce todo en una fuente para horno y hornea unos 25 minutos a temperatura de unos 160 grados centígrados, dándoles la vuelta de vez en cuando y rociándolos con el jugo que vayan soltando al hacerse.
Pela y corta las verduras dándoles bonita forma (torneadas) y saltéelas todas juntas en una sartén con un poco de aceite. Eche primero los nabos y luego los nabos y luego las zanahorias y el pimiento; lo último que incorporas son las cebolletas o cebollitas (se sigue el orden de dureza de las hortalizas, primero aquello que tarda en cocinarse y luego las hortalizas tiernas).
Cuando empiecen a tomar color color añades el resto de miel, dejas que se caramelice ligeramente y agregas agua justo hasta cubrirlos. Salpimientas y dejas cocer de 15 a 20 minutos.Saca los solomillos, échalos a las verduras de la sartén y resérvalos al calor.
Vierte en la fuente donde se hizo el solomillo vasito de agua, rasque un poco el fondo con un tenedor (DESGLASAR) lo introduces en un recipiente y lo calientas hasta que se reduzca un poco. Luego, échalo en la sartén con lo demás. Calienta bien todo y sírvelo.
Conseguir una mezcla estable a partir de dos productos que por su naturaleza no pueden mezclarse.
Se denomina así al batido de huevos o yemas, bien solos o mezclándolos con otros ingredientes como por ejemplo, azúcar, mantequilla, aceite, etc. (Capuchina, bizcochos, cakes, etc.); también se pueden emulsionar otros ingredientes o mezclas de ellos siempre que se introduzca aire mediante unas varillas.
Hacer penetrar bien un líquido en una elaboración para que presente un aspecto esponjoso, además de aportarle sabor; por ejemplo jarabe, alcohol, licor, etc.
5 vieras
7 langostinos o gambas
1 cebolla
1 puerro
Aceite de oliva un chorrito
1 cucharada de harina
100ml de fumet de pescado.
vino blanco un chorrito.
Para las crepes:
100gr de harina
2 huevos
300ml de leche
80gr de mantequilla
una pizca de sal
Salsa marinera:
Las cáscaras de los langostinos
1 zanahoria
1 puerro
1 cebolla
1 cucharada de harina
Brandy (opcional y al gusto)
50ml de puré de tomate
50ml de fumet de pescado
25ml de vino blanco
50ml de nata
ELABORACIÓN
Para el relleno salteamos la carne del marisco con un poco de aceite y una pizca de sal y reservamos. En la misma sartén, sofrimos la cebolla y el puerro. Incorporamos el vino blanco, añadimos una cucharada de harina y el fumet de pescado. Finalmente, incorporamos el marisco.
Para hacer las crepes, batimos todos los ingredientes con la batidora y deja reposar unas horas. Las crepes se preparan en una sartén, o en una plancha, previamente untada con mantequilla.
Por último, para la salsa saltea las cáscaras de los langostinos con las verduras. Cuando cojan color, añadimos la harina y el puré de tomate. Añadimos el brandy (opcional), incorporamos el fumet de pescado, dejamos redudir y rectificamos con la nata probamos el punto de sal. Colamos la salsa por un chino o colador para que quede lo más fina posible.
Rellenamos las crepes con el marisco y por encima la salsa marinera.
Pasar un género por harina, huevo y pan rallado, para posteriormente freírlo logrando crear una especie de costra en su exterior. No hay que confundir este término con el de REBOZAR.
Denominación francesa que se da a un pastel pequeño hecho con pasta choux y relleno de crema pastelera o de sus derivadas. Para acabarlo se cubre con azúcar fondant, chocolate, caramelo, etc. Pueden recibir el nombre de relámpagos.
Hola a todos/as estos días no he publicado nada en mi blog porque estoy en un agradable estado de SHOCK con banda sonora de MADONNA. He estado en Coímbra (Portugal) para ver su MDNA TOUR la primera vez que la veo, y sobre todo tan tan cerca. Unos pocos fuimos los elegidos en entrar al Golden Triangle (zona VIP). No existen palabras aunque lo intento, para describir este momento.
Sé que esto no tiene nada que ver con el tema de mi blog pero me gustaría compartir con vosotros esta vivencia tan tan especial. Ah!! y en breve COCINANDO. Saludos, Art
2 kilos o dos docenas de sardinas grandes
Sal gruesa
ELABORACIÓN
Se lavan las sardinas y se les echa la sal dejándolas una hora para que la cojan bien. Colocarlas luego sobre una parrilla y asar a la brasa.
Se pueden servir con cachelos o con ensalada de lechuga y tomate.
Si se hacen en el campo suelen servirse sobre una rebanada de pan de maíz, o de centeno. En Galicia hay un refrán que dice: "que polo San Xoan a sardiña molla o pan".
¿Qué son los Cachelos?
Son patatas cocidas con sal y laurel, enteras o cortadas, con o sin su piel y una vez cocidas, se les echa un chorrito de aceite virgen y un poco de pimentón. El modo de preparar estas patatas lo describe Manuel María Puga y Parga más conocido como "Picadillo". Personaje ilustre coruñés que próximamente le dedicaré una entrada en mi blog.
Para la masa madre:
240 gr. de harina de fuerza
5 gr. de levadura de panadero
20 gr. de mantequilla
145 ml. de agua
ELABORACIÓN
Para la masa madre:
Pon la harina en un bol, añade la levadura desmenuzada y la mantequilla a punto de pomada. Mezcla y vierte el agua poco a poco sin dejar de amasar. Cuando consigas una bola homogénea, tápala con film de cocina y déjala reposar (de 30 a 120 minutos, dependiendo de la temperatura, a más calor antes fermentará) hasta que triplique su volumen.
Coloca la masa madre en un recipiente grande, añade toda la harina, el azúcar (reserva un poco), la levadura de panadero, la sal, la canela, el agua de azahar, la mantequilla a temperatura ambiente, un poco de ralladura de naranja, un poco de ralladura de limón y los 4 huevos.
Amasa a mano, vierte el agua poco a poco y sigue amasando hasta que quede una masa homogénea.
Corta la masa en 4 trozos, espolvoréalos con un poco de harina y estíralos con un rodillo hasta darles forma ovalada.
Coloca las cocas sobre 2 bandejas de horno forradas con papel de hornear y deja que fermenten durante 30 minutos.
Bate un huevo y con un pincel, úntalas por la parte superior. Espolvoréalas con unos piñones y unos trocitos de frutas confitadas.
Cocínalas en el horno (previamente calentado) a 210ºC durante 7-10 minutos.
Consejo:
Siempre es importante lavarse las manos con abundante agua y jabón antes de cocinar, sobre todo si vais a preparar alguna masa que hay que amasar a mano.
Colocamos en un recipiente de barro cocido propio
para hacer Queimada (los podéis encontrar en casi cualquier ferretería o tiendas
de cerámica) el aguardiente y el azúcar, en la proporción de 150 gramos por cada
litro de aguardiente. En este caso como son 2 litros de aguardiente, 300 gramos
de azúcar fina blanca. Reservamos 2 cucharadas de azúcar para plantar el
fuego.Pelamos los limones. Los
echamos al recipiente de barro.
Ahora viene la parte más importante. En un cucharón ponemos las 2 cucharadas
de azúcar con un poco de aguardiente y le plantamos fuego, cuando plante la
llama la aproximamos al recipiente de la Queimada para que empiece a arder.
Vamos removiendo la Queimada con cuidado, dando vueltas sin llegar al fondo,
donde se acumula casi todo el azúcar. A continuación podemos elevar el
cucharón lentamente dejando que suban las llamas del alcohol y creando cascadas
con ellas (esto para los más atrevidos).
Añadimos el puñado de granos de café, los
que nos quepan en una mano. De esta manera la bebida tendrá un color tostado,
gracias también al caramelo que se va a ir formando con el azúcar. Seguimos
removiendo pero ya levantando un poco del azúcar del fondo de la cazuela de
barro. Tened cuidado pues es fácil quemarse con el cucharón, yo normalmente
utilizo un trapo de cocina para agarrarlo.
Tal como dice el nombre debemos dejar que se vaya quemando el aguardiente,
la llama nos indica que se está consumiendo el alcohol (es azulada debido al
azúcar). A mí me gusta fuerte así que acabo apagándola con una tapadera pero el
que la quiera más floja debe esperar a que se reduzca poco a poco para terminar
apagándola con un fuerte soplido. Si dejais que se queme todo el alcohol lo que conseguiréis será agua dulce y caliente.
La Queimada se sirve caliente, cuando la
hayamos apagado la servimos en cuenco de barro o en un vaso de cerámica para que
mantenga la temperatura y nos la bebemos poco a poco sin quemarnos. No abuséis
de ella que parece que está flojilla y sube muy rápido… Disfrutad de ella y de
la compañía de los vuestros/as en este momento mágico.
Consejos: Hay quienes apagan la
queimada con algo de café o vino tinto (aunque los más puristas de este licor no
lo aceptan) y otros le echan trozos de manzana u otras frutas (que luego también
te acabas comiendo, pero con moderación pues acumulan mucho alcohol). Ahora os
dejo el conjuro que se suele recitar en el último paso cuando se está acabando
la llama azulada.
El San Juan es considerado en Galicia como la noche de las "Meigas".
Tambien llamada Noite Meiga, se dice que es el día junto con el 31de diciembre
(San Silvestre), en que las brujas despliegan su mayor actividad y se producen
desde el anochecer y hasta el canto del gallo febriles luchas entre luces y
sombras, entre el bien y el mal.
Es una celebración llena de magia que envuelve el ritual de la hoguera y a los
participantes en una celebración mística. Ritos y tradiciones, creencias y
supersticiones se mezclan en Galicia durante la noche del 23 al 24 de junio. Y
es que la memoria colectiva de la “Terra Meiga” tiene acumuladas historias
vivas, muchas de ellas conservadas gracias a la tradición oral y a las fiestas
que se transmitieron de generación en generación y que hoy gozan del apremio de
propios y extraños. …
Cuentan las
leyendas que, cuando se pone el sol que alumbra el día del 23 de
junio, las “lareiras” de las brujas se convierten en improvisados laboratorios
donde potes, ungüentos y conjuros se mezclan en misteriosas pociones y como
preámbulo de su vuelo nocturno. Pero también “hailas” que deciden recibir el
solsticio al amparo de los montes, en una barca que surca el mar o en reuniones
en descampados, cuevas, ríos y riachuelos, así como en campos despejados. De ahí
que hasta en el lugar más recóndito de Galicia se encienda una hoguera como
símbolo purificador y protector. Es el fuego que, una vez hecho brasas, se
salta al grito de “Bruxas fóra” con el fin de alejar los males
que puedan avecinarse. Es, pues, alrededor de una hoguera donde la simbología
encuentra su máxima expresión y presencia popular: reunidos en torno al fuego,
se canta, se baila, se come y sobre todo se bebe con el fin de ahuyentar a los
malos espíritus. Es muy común por ejemplo ver en cualquiera de estas hogueras una
queimada o un grupo de gente cantando y riendo, celebrando una fiesta de las
más arraigadas en nuestra tierra.
Orígenes
Días después del solsticio
de verano se celebra en toda Europa la llegada del estío y el apogeo del sol.
Con ritos semejantes y aceptada su procedencia de tradiciones
célticas originadas en la Edad Media, en el santoral católico coincide
con la festividad de San Juan y los rituales son restos de enraizados cultos al
fuego, el agua y la tierra. Las hogueras de San Juan son el ritual más conocido
y practicado:al fuego debemos de enfrentarnos para dominarlo y que nos
conceda sus favores.
Así, la manifestación popular de la hoguera se ha
mantenido como una fiesta de hermandad, por lo que es muy común encontrarnos en
las calles, las plazas, el monte o las playas numerosas hogueras organizadas por
grandes y pequeños colectivos que adornan la celebración con cierta carga de
superstición añadida entregando al fuego materiales viejos, inservibles o
fatídicos; y disfrutando de la fiesta a través de la gastronomía, de ahí que
sean tan populares las “sardiñadas” y churrascadas populares, así como la
degustación de chorizos, vino del país y la elaboración y el ritual de la Queimada.
Las fiestas importantes y con más arraigo en nuestra tierra son la Fiesta del Aquelarre
Poético o Noche de
San Juan en Marineda, en A Coruña; el San Juan de Sarria, en Lugo; y
diversas manifestaciones populares en las provincias de Ourense y de Pontevedra,
entre las que se encuentran como las más numerosas las hogueras de la playa de
Panxon en Pontevedra y las de la playa del Orzan en Coruña.
Playa del orzán de A Coruña (mi ciudad).
Hay distintos rituales con respecto a estas fiestas, los más
conocidos son la elaboración de ramos con rosas, saúco, hinojo, torvisco,
palitroques, hierba de San Juan, cardos y otras flores. Lavarse a medianoche en
una fuente, riachuelo o el mar. Frotarse la piel con el rocío de la mañana y
echar sal por encima de los tejados…, estos son algunos de los recursos más
empleados por aquellos que buscan la protección antes las meigas.
Los antiguos
celtas llamaban Alban Heruin a este festival y su significado primordial era el
de celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor,
cuando duraba más tiempo en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres,
era el día que alcanzaba su mayor plenitud y, al mismo tiempo, el día en que
empezaba a decrecer hacia su casi muerte en el Solsticio de Invierno. Se
encendían hogueras para conmemorar ese poder del Sol y para compartir su fuerza
con él, para alabarlo y al mismo tiempo para atraer su bendición sobre hombres,
animales y campos. Resulta muy característica la asociación de este festival a
las corrientes de amor y a pequeños rituales destinados a obtener pareja o a
conservarla.
Muchos son los
rituales propios de la Noche de San Juan, la víspera del 24 de Junio, pero todos
giran en torno al ensalzamiento del fuego. De hecho, este es el festival del
fuego por antonomasia, el rey de los festivales del fuego hasta el extremo de
que el culto pagano del fuego y las hogueras, se han conservado más que en otras
fiestas, y la costumbre popular ha mantenido su práctica incluso dentro del
mismo cristianismo, aunque éste no ha podido dar una explicación religiosa
convincente de dicho hábito. Realmente la noche del solsticio es la del 21 de
Junio aunque la Iglesia la ha adaptado a la festividad de San Juan.
Las plantas y
flores, así como el que los cultivaran exclusivamente mujeres, evocan fácilmente
la presencia de una tradición femenina de culto a la madre tierra. Recordemos
igualmente que Adonis era el amante yaciente de la Diosa. Igualmente, la
presencia del agua nos lleva a uno de los grandes símbolos de las celebraciones
de San Juan que parece no tenerse en tanta consideración y que sin embargo,
forma una parte esencial de numerosos ritos de esta festividad, el agua,
llevándonos nuevamente a la presencia del poder femenino en esta
festividad.
Otra de las
costumbres, que dio a esta fiesta el apelativo de "verbena", era la costumbre
practicada en algunos lugares por las mozas casaderas de ir a recoger verbena a
las doce de la noche la víspera de San Juan, creyendo que con ello conseguirían
el amor del deseado por su corazón. Igualmente existían numerosos ritos y
filtros de amor en torno a dicha planta.
La pareja que
saltaba unida la hoguera se decía que se procuraba así felicidad y buena
fortuna.
Otra costumbre
es aquella en que las mozas arrojan guirnaldas trenzadas por ellas a sus amados
a través de las llamas y ellos deben cogerlas antes de que caigan al fuego. Las
guirnaldas se guardaban como talismanes de buena fortuna y, ocasionalmente, se
quemaba alguna cinta en el hogar para procurar protección de sus habitantes y
animales.
Algunos grupos
se introducen entre las olas, tras sus ceremonias, comulgando por un corto
tiempo con el mar recibiendo de él otro tipo de fuerza que solo podemos
reconocer como netamente femenino y vinculado con el símbolo de la Diosa.
Interesante variación de la bechamel clásica; es particularmente buena con verduras al vapor y pescado graso asado a la parrilla. Un secreto: la textura ligera de esta salsa radica en la larga cocción a fuego mínimo.
Para una variación vegetariana prepara esta salsa con leche de soja.
INGREDIENTES
2 Cucharadas de aceite de girasol o de cacahuete/maní
1 chile/ají picante rojo, sin semilla, picado fino
1 cucharada de zumo de limón o de lima
Sal
ELABORACIÓN
Calentar el aceite en una cacerola, agregar la harina (tamizada) y cocer entre 4 y 5 minutos (formando lo que llamamos en cocina Roux), revolviendo hasta que comience a sentir un agradable aroma a nuez.
Agregar la leche; hacer que rompa a hervir lentamente, sin dejar de batir para que la salsa no se pegue en el fondo de la cacerola.
Cuando la salsa tenga la consistencia de la nata para montar, pasar a una cacerola para baño María o a un bol puesto sobre una cacerola con agua a fuego suave. Tapar y cocer lentamente el vapor unos 45 minutos; revolver con frecuencia para que no se forme película.
Agregar el resto de los ingredientes, salvo el zumo de lima y la sal; cocer al baño Maria otros 15 minutos más. Retirar del fuego, añadir el zumo de lima y batir, salar a gusto y servir de inmediato.
Nota
Conservación: 1 semana en el frigorífico y 3 meses en el congelador.
Dar a los alimentos un bonito color amarillo tostado. Puede hacerse en una sartén , saltera, placa, al fuego o en el horno. Es una técnica de cocción que consiste, que por medio del calor sellamos los poros del artículo para evitar que haya una pérdida de jugos nutritivos.
Os aconsejo estas entradas que hablo de esta técnica, más en profundidad:
Cuello, alones y estómago de las aves, vísceras, sesos, glándulas, intestino, etc... De las reses de matadero y de modo general, todos los subproductos de la matanza.
Diluimos un poco de harina (mejor tamizada) con un poco de agua, el huevo batido y las yemas y echamos poco a poco más agua y harina hasta formar una pasta ligera para freír.
Rebozamos las verduras en la pasta anterior y sazonamos.
Calentamos abundante aceite y freímos las verduras hasta que estén crujientes.
Las retiramos con una espumadera y las escurrimos sobre un papel absorbente antes de servir.
Pelamos y picamos muy finamente la cebolla, el pimiento y la zanahoria.
Salteamos las hortalizas y los champiñones en el aceite unos 10 minutos aproximadamente.
Pasado ese tiempo añadimos las gambas y las rehogamos unos 5 minutos, retirando algunas para adornar en cada plato.
Vertemos el fumet de pescado (preferiblemente caliente para no romper la cocción) se deja hervor todo unos 15 minutos.
Sazonamos y hacemos un puré con la mezcla anterior.
Añadimos el vino dulce.
En un recipiente aparte calentamos la crema de leche o la nata con las cucharadas de harina (tamizada) y dejamos que espese añadiendo más harina si hiciera falta.
Mezclamos la crema de leche con el puré y calentamos todo unos 5 minutos más.
Repartimos la crema en platos hondos y adornamos con las gambas que teníamos reservadas.
200 gr de galletas
60 gr de
avellanas
95 gr de mantequilla en pomada
ELABORACIÓN PARA LA BASE
Tritura las galletas y las avellanas. Cuando estén bien
trituradas agrega la mantequilla y mezcla bien hasta formar una masa. Luego
vierte la masa de galletas en un molde desmontable, forrado con papel albal y
untado con mantequilla. Reparte la masa por el fondo del molde, presionándola y
uniéndola con una cuchara o con las manos. Reservar en el frigorífico.
INGREDIENTES PARA LA MOUSSE
200 gr de chocolate negro en tableta
400 ml de nata para montar
3 claras de
huevo
1/2 vasito de Frangelico (opcional)
8 hojas de gelatina
100 gr de
azúcar
ELABORACIÓN PARA LA MOUSSE
Poner el chocolate troceado en un bol al baño María.
Poner en otro bol con
agua fría las hojas de gelatina a remojo durante 8 minutos. Escúrrelas con la
mano y viértelas una a una en el chocolate fundido. Mover bien mientras se
incorporan.
Monta la nata con la mitad del azúcar. Haz lo mismo con las
claras. Móntalas a punto de nieve con la otra mitad del azúcar.
Mezcla las
claras montadas al chocolate fundido, con movimientos envolventes. Cuando esté
bien mezclado incorpora la nata montada y vierte el licor. Mezcla también con
movimientos envolventes.
Por último vierte la mousse en el molde que tenemos
con la base de galletas.
Meter en el frigorífico unas 5 horas como
mínimo.
Cuando la mousse esté cuajada sacar del frigorífico y verter la
cobertura de chocolate que tendremos preparada. Poner de nuevo en el frigorífico
y decorar a gusto de cada uno.
INGREDIENTES PARA COBERTURA
150 gr de cobertura chocolate
1 cucharada y media de
mantequilla
200 ml de nata
ELABORACIÓN DE LA COBERTURA
En un cazo ponemos la nata a hervir. Cuando empiece a hervir añadiremos el
chocolate a trozos y la mantequilla. Removemos hasta que quede todo bien
integrado. Dejamos templar antes de verter sobre la tarta.
Existen datos acerca del origen del café que señalan que pudo encontrarse el café en estado salvaje en Etiopía. Pero, su cultivo y empleo por el hombre como bebida se inició en Arabia. Una leyenda popular cuenta que el café fue descubierto por un pastor árabe en el siglo VI, quien advirtió que sus cabras se volvían sorprendentemente alegres y despiertas al ingerir los frutos de cierto arbusto. Al probarlos, el pastor experimentó una agradable sensación, estimulante y vigorizante. Así se extendió la fama de estos frutos y sus propiedades, y comenzaron a utilizarse. El pastor le habló de ellos a un monje, y él fue el primero en intentar hacer un preparado con dichos frutos, cocinándolos, pero le pareció que tenían un sabor desagradable y los arrojo al fuego. Así comenzaron a tostarse y a desprender un agradable aroma Quizá este sea el verdadero origen de la bebida que hoy conocemos como café.
Los árabes llamaron al café kahwah (cuyo significado primitivo es "fuerza"). Ellos fueron los que verdaderamente lo desarrollaron, ya que estudiaron la forma de cultivarlo y supieron preveer las consecuencias económicas positivas que les podía reportar. Ellos abrieron los primeros establecimientos públicos donde se podía consumir café.
Durante décadas, el café permaneció oculto por los árabes, que trataron de impedir que llegara a otras regiones; sin embargo, consiguió extenderse por Europa y América.
El café llegó a Europa proveniente de Egipto y Siria , tras conseguir extenderse franqueando el monopolio de Arabia, que pretendía que el descubrimiento del café no traspasara sus fronteras. Según los datos de que se dispone, fue hacia el año 1600 cuando los comerciantes venecianos introdujeron el café en Europa. En el año 1615 llega el café a Venecia, y pocos años más tarde se extiende también a Francia , Gran Bretaña, después a España y, por fin a mediados del siglo XVIII, su consumo se había generalizado en todo el continente europeo, alcanzando altas cotas de esplendor y reconocimiento social.
El café llega a Europa casi al mismo tiempo que otros productos novedosos como el chocolate y el té aunque pronto su consumo se diferenció del resto, sobre todo en los aspectos cultural y social. En sus comienzos, el café era vendido de forma ambulante, pero enseguida proliferaron las cafeterías en todas las ciudades europeas en Londres en 1652 y en París en 1672.;en 1700 ya había algunas de ellas en muchas ciudades americanas.
El cultivo del café prolifera en el continente americano gracias a que, en 1723, Mathieu de Ciel. capitán francés, en uno de sus viajes a las Antillas, quiso llevarse como recuerdo varias plantas del Jardín de Botánico de Amsterdam. Sin embargo, sólo una planta sobrevivió al trayecto y la plantó en su jardín, donde prosperó y dio una buena producción de café. Muy pronto otras personas de interesaron por este cultivo, que se extendió por América, donde encontró un clima con unas condiciones óptimas para su desarrollo.
El cultivo del café experimentó un crecimiento excepcional en el continente, que sobrepasó en importancia al del cacao y se convirtió así en la primera fuente económica de América, sobre todo en países productores más importantes. El principal productor de café en América es Brasil, seguido de Colombia. Entre 1880 y 1920 se vivió en el estado brasileño de Sau Paulo un período de esplendor, ya que consiguió exportar más de la mitad de la demanda mundial de café. Se cultiva a través de dos métodos: por medio de la plantación de semillas y por medio de injertos de plantas. El tipo de cultivo mayoritario extendido es el vivero, que es la tierra que presenta mejores condiciones, y que se suele adaptar para que responda a los exigentes requerimientos del cultivo de café, limpiando la tierra de piedras y otros obstáculos, y nivelándola.
Mencionar también que Asia es uno de los principales continentes productores de café en el mundo. Produce alrededor del 24% del café mundial siendo el principal país productor Vietnam, seguido de Indonesia y la India.
La costumbre de frecuentar cafeterías se extendió rapidamente, ya que el café era una bebida novedosa y de propiedades sorprendentes. En España, las cafeterías alcanzaron una época de esplendor a finales del siglo XIX y comienzos del XX, pricipalmente Madrid, donde frecuentar "los cafés" se convirtió en símbolo social de reunión de intelectuales y artistas. El café es ya una bebida; gozó de un gran esplendor social en siglos pasados y hoy en día, no ha perdido prestigio.
El estragón es una hierba aromática de intenso aroma, la cual se emplea para dar sabor a platos que contienen huevos, pollo o pescado cocido, y es un elemento esencial de la salsa Bearnesa. Pierde muchas propiedades con la desecación, por lo es mejor usarlo fresco, o incluso congelado, antes que seco.
INGREDIENTES
Pollo entero cortado en cuartos
1
Cebolla
1
Ramitas de estragón
3
Clavo
2
Vino blanco
150ml
Crema de leche o nata
150ml
Yemas de huevo
2
Mantequilla
40gr
Harina
20gr
Agua
80ml
Sal y pimienta negra recién molida
al gusto
ELABORACIÓN
En una cazuela, fundes la mantequilla y doras los cuartos de pollo.
Espolvorea la harina (tamizada para no formar grumos), remueves, viertes el vino y el agua.
Salpimientas, añades la cebolla claveteada y dos ramas de estragón.
Leva a ebullición, baja el fuego, tapa y cuece aproximadamente 45 minutos.
Retira el pollo, traspásalo a una fuente, preservando el calor, y desecha la cebolla.
En un recipiente, bate la crema de leche o nata y las yemas con un poco de caldo de la anterior cocción y calienta a fuego suave.
Vierte la salsa sobre el pollo y espolvorea con la rama de estragón restante desmenuzada.
El estragón es una hierba aromática de intenso aroma, la cual se emplea para dar sabor a platos que contienen huevos, pollo o pescado cocido, y es el elemento esencial de esta salsa . Pierde muchas propiedades con la desecación, por lo es mejor usarlo fresco, o incluso congelado, antes que seco.
INGREDIENTES
Vino blanco seco
5 cucharadas
Vinagre de vino blanco
5 cucharadas
Chalotas o cebollitas azules picadas finas
2
Estragón fresco picado
4 cucharadas
Granos de pimienta machacados
10
Yemas de huevo
4
Mantequilla clarificada o cortada en cubos
250gr
Zumo de limón
2 cucharadas
Perejil o perifollo fresco picado (optativo)
1 cucharada
ELABORACIÓN
En una cacerola pequeña, poner el vino, el vinagre, la chalota, 2 cucharadas de estragón y los granos de pimienta. Hervir hasta reducir a la mitad. Retirar del fuego y dejar que se enfríe.
Colar la reducción con un chino o colador. Poner el bol encima de una cacerola con agua a fuego suave; procurar que la base del bol no esté en contacto con el agua. Agregar las yemas y batir de 5 a 8 minutos, hasta que espese y esté homogénea y cremosa. No dejar que la crema se caliente más de lo tolerable al tacto, ya que corremos el riesgo que los huevos se cuajen.
Si emplea mantequilla clarificada, verter lentamente, sin dejar de batir, hasta que la salsa quede espesa y aireada. Si emplea mantequilla enfriada y cortada en cubos, añadir unos pocos trozos a la vez, sin dejar de batir hasta mezclar todo.
Añadir el resto del estragón y el perejil o perifollo (optativo), el zumo de limón y revolver. Servir de inmediato.
Nota:
Si quieres clarificar la mantequilla pincha aquí y te lo explico.
Derritir la mantequilla en una carola pequeña a fuego muy bajo.
Deja que se forme espuma unos minutos. Espumar la elaboración.
Reservar para que se enfríe ligeramente. Colar la mantequilla enfriada con un chino forrado con muselina o una tela fina, para que quede el sedimento lácteo en el fondo de la carerola. Si enjuagas la tela con agua fría antes de usarla y la retuerces, podrás recoger cualquier resto de espuma.
Introducir algunos pescados o carnes en agua fría durante un tiempo apropiado para que pierdan la sangre y resulten aptos para su preparación.
Es una técnica esencial si queremos que tanto nuestro fondo o caldo de ave o nuestro fumet de pescado no resulten turbios debido a la presencia de sangre en los mismos.