expr:content='data:blog.isMobile ? "width=device-width,initial-scale=1.0,minimum-scale=1.0,maximum-scale=1.0" : "width=1100"' name='viewport'/> COCINANDO

viernes, 22 de junio de 2012

A QUEIMADA GALEGA




INGREDIENTES:

2 Litros de guardiente
300gr de azúcar
Cáscara de 2 limones
Un puñado de granos de café
ELABORACIÓN

Colocamos en un recipiente de barro cocido propio para hacer Queimada (los podéis encontrar en casi cualquier ferretería o tiendas de cerámica) el aguardiente y el azúcar, en la proporción de 150 gramos por cada litro de aguardiente. En este caso como son 2 litros de aguardiente, 300 gramos de azúcar fina blanca. Reservamos 2 cucharadas de azúcar para plantar el fuego.Pelamos los limones. Los echamos al recipiente de barro.

Ahora viene la parte más importante. En un cucharón ponemos las 2 cucharadas de azúcar con un poco de aguardiente y le plantamos fuego, cuando plante la llama la aproximamos al recipiente de la Queimada para que empiece a arder. Vamos removiendo la Queimada con cuidado, dando vueltas sin llegar al fondo, donde se acumula casi todo el azúcar. A continuación podemos elevar el cucharón lentamente dejando que suban las llamas del alcohol y creando cascadas con ellas (esto para los más atrevidos).
Añadimos el puñado de granos de café, los que nos quepan en una mano. De esta manera la bebida tendrá un color tostado, gracias también al caramelo que se va a ir formando con el azúcar. Seguimos removiendo pero ya levantando un poco del azúcar del fondo de la cazuela de barro. Tened cuidado pues es fácil quemarse con el cucharón, yo normalmente utilizo un trapo de cocina para agarrarlo.
  
Tal como dice el nombre debemos dejar que se vaya quemando el aguardiente, la llama nos indica que se está consumiendo el alcohol (es azulada debido al azúcar). A mí me gusta fuerte así que acabo apagándola con una tapadera pero el que la quiera más floja debe esperar a que se reduzca poco a poco para terminar apagándola con un fuerte soplido. Si dejais que se queme todo el alcohol lo que conseguiréis será agua dulce y caliente.
La Queimada se sirve caliente, cuando la hayamos apagado la servimos en cuenco de barro o en un vaso de cerámica para que mantenga la temperatura y nos la bebemos poco a poco sin quemarnos. No abuséis de ella que parece que está flojilla y sube muy rápido… Disfrutad de ella y de la compañía de los vuestros/as en este momento mágico.


Consejos: Hay quienes apagan la queimada con algo de café o vino tinto (aunque los más puristas de este licor no lo aceptan) y otros le echan trozos de manzana u otras frutas (que luego también te acabas comiendo, pero con moderación pues acumulan mucho alcohol). Ahora os dejo el conjuro que se suele recitar en el último paso cuando se está acabando la llama azulada.


CONXURO DA QUEIMADA GALEGA



Mouchos, curuxas, sapos e bruxas. 
Demos, trasgos e diaños, 
espíritos das neboadas veigas.

Corvos, píntegas e meigas. 
Feitizos das menciñeiras.

Podres cañotas furadas, 
fogar dos vermes e alimañas.



Lume das Santas Compañas, 
mal de ollo, negros meigallos, 
 cheiro dos mortos, tronos e raios.



Ouveo do can, pregón da morte,
 fociño do sátiro e pé do coello.



Pecadora lingua da mala muller 
casada cun home vello.



Averno de Satán e Belcebú.
 Lume dos cadáveres ardentes, 
corpos mutilados dos indecentes,

peidos dos infernais cus,
 muxido da mar embravecida.

Barriga inútil da muller solteira, 
falar dos gatos que andan á xaneira, 
guedella porca da cabra mal parida.

Con este fol levantarei 
as chamas deste lume que asemellan 
as do Inferno,

e fuxirán as bruxas 
a cabalo das súas vasoiras,
 índose bañar na praia das areas gordas.
¡Oíde, oíde! os ruxidos 
que dan as que non poden 
deixar de queimarse no augardente 
quedando así purificadas.



E cando este brebaxe 
baixe polas nosas gorxas, 
 quedaremos libres dos males 
da nosa alma e de todo embruxamento.

Forzas do ar, terra, mar e lume, 
a vós fago esta chamada: 
se é verdade que tendes máis poder 
ca humana xente,

aquí e agora, 
facede que os espíritos
 dos amigos que están fóra, 
participen con nós, desta Queimada.

NOCHE DE SAN JUAN EN GALICIA


El San Juan es considerado en Galicia como la noche de las "Meigas". Tambien llamada Noite Meiga, se dice que es el día junto con el 31de diciembre (San Silvestre), en que las brujas despliegan su mayor actividad y se producen desde el anochecer y hasta el canto del gallo febriles luchas entre luces y sombras, entre el bien y el mal.

Es una celebración llena de magia que envuelve el ritual de la hoguera y a los participantes en una celebración mística. Ritos y tradiciones, creencias y supersticiones se mezclan en Galicia durante la noche del 23 al 24 de junio. Y es que la memoria colectiva de la “Terra Meiga” tiene acumuladas historias vivas, muchas de ellas conservadas gracias a la tradición oral y a las fiestas que se transmitieron de generación en generación y que hoy gozan del apremio de propios y extraños. …

Cuentan las leyendas que, cuando se pone el sol que alumbra el día del 23 de junio, las “lareiras” de las brujas se convierten en improvisados laboratorios donde potes, ungüentos y conjuros se mezclan en misteriosas pociones y como preámbulo de su vuelo nocturno. Pero también “hailas” que deciden recibir el solsticio al amparo de los montes, en una barca que surca el mar o en reuniones en descampados, cuevas, ríos y riachuelos, así como en campos despejados. De ahí que hasta en el lugar más recóndito de Galicia se encienda una hoguera como símbolo purificador y protector. Es el fuego que, una vez hecho brasas, se salta al grito de “Bruxas fóra” con el fin de alejar los males que puedan avecinarse. Es, pues, alrededor de una hoguera donde la simbología encuentra su máxima expresión y presencia popular: reunidos en torno al fuego, se canta, se baila, se come y sobre todo se bebe con el fin de ahuyentar a los malos espíritus. Es muy común por ejemplo ver en cualquiera de estas hogueras una queimada o un grupo de gente cantando y riendo, celebrando una fiesta de las más arraigadas en nuestra tierra.

Orígenes 

Días después del solsticio de verano se celebra en toda Europa la llegada del estío y el apogeo del sol. Con ritos semejantes y aceptada su procedencia de tradiciones célticas originadas en la Edad Media, en el santoral católico coincide con la festividad de San Juan y los rituales son restos de enraizados cultos al fuego, el agua y la tierra. Las hogueras de San Juan son el ritual más conocido y practicado: al fuego debemos de enfrentarnos para dominarlo y que nos conceda sus favores.
Así, la manifestación popular de la hoguera se ha mantenido como una fiesta de hermandad, por lo que es muy común encontrarnos en las calles, las plazas, el monte o las playas numerosas hogueras organizadas por grandes y pequeños colectivos que adornan la celebración con cierta carga de superstición añadida entregando al fuego materiales viejos, inservibles o fatídicos; y disfrutando de la fiesta a través de la gastronomía, de ahí que sean tan populares las “sardiñadas” y churrascadas populares, así como la degustación de chorizos, vino del país y la elaboración y el ritual de la Queimada.


Las fiestas importantes y con más arraigo en nuestra tierra son la Fiesta del Aquelarre Poético o Noche de San Juan en Marineda, en A Coruña; el San Juan de Sarria, en Lugo; y diversas manifestaciones populares en las provincias de Ourense y de Pontevedra, entre las que se encuentran como las más numerosas las hogueras de la playa de Panxon en Pontevedra y las de la playa del Orzan en Coruña.

 
Playa del orzán de A Coruña (mi ciudad).



Hay distintos rituales con respecto a estas fiestas, los más conocidos son la elaboración de ramos con rosas, saúco, hinojo, torvisco, palitroques, hierba de San Juan, cardos y otras flores. Lavarse a medianoche en una fuente, riachuelo o el mar. Frotarse la piel con el rocío de la mañana y echar sal por encima de los tejados…, estos son algunos de los recursos más empleados por aquellos que buscan la protección antes las meigas.

LA NOCHE DE SAN JUAN



Los antiguos celtas llamaban Alban Heruin a este festival y su significado primordial era el de celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor, cuando duraba más tiempo en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres, era el día que alcanzaba su mayor plenitud y, al mismo tiempo, el día en que empezaba a decrecer hacia su casi muerte en el Solsticio de Invierno. Se encendían hogueras para conmemorar ese poder del Sol y para compartir su fuerza con él, para alabarlo y al mismo tiempo para atraer su bendición sobre hombres, animales y campos. Resulta muy característica la asociación de este festival a las corrientes de amor y a pequeños rituales destinados a obtener pareja o a conservarla.
  Muchos son los rituales propios de la Noche de San Juan, la víspera del 24 de Junio, pero todos giran en torno al ensalzamiento del fuego. De hecho, este es el festival del fuego por antonomasia, el rey de los festivales del fuego hasta el extremo de que el culto pagano del fuego y las hogueras, se han conservado más que en otras fiestas, y la costumbre popular ha mantenido su práctica incluso dentro del mismo cristianismo, aunque éste no ha podido dar una explicación religiosa convincente de dicho hábito. Realmente la noche del solsticio es la del 21 de Junio aunque la Iglesia la ha adaptado a la festividad de San Juan.
  Las plantas y flores, así como el que los cultivaran exclusivamente mujeres, evocan fácilmente la presencia de una tradición femenina de culto a la madre tierra. Recordemos igualmente que Adonis era el amante yaciente de la Diosa. Igualmente, la presencia del agua nos lleva a uno de los grandes símbolos de las celebraciones de San Juan que parece no tenerse en tanta consideración y que sin embargo, forma una parte esencial de numerosos ritos de esta festividad, el agua, llevándonos nuevamente a la presencia del poder femenino en esta festividad.
  Otra de las costumbres, que dio a esta fiesta el apelativo de "verbena", era la costumbre practicada en algunos lugares por las mozas casaderas de ir a recoger verbena a las doce de la noche la víspera de San Juan, creyendo que con ello conseguirían el amor del deseado por su corazón. Igualmente existían numerosos ritos y filtros de amor en torno a dicha planta.
La pareja que saltaba unida la hoguera se decía que se procuraba así felicidad y buena fortuna.
Otra costumbre es aquella en que las mozas arrojan guirnaldas trenzadas por ellas a sus amados a través de las llamas y ellos deben cogerlas antes de que caigan al fuego. Las guirnaldas se guardaban como talismanes de buena fortuna y, ocasionalmente, se quemaba alguna cinta en el hogar para procurar protección de sus habitantes y animales.
Algunos grupos se introducen entre las olas, tras sus ceremonias, comulgando por un corto tiempo con el mar recibiendo de él otro tipo de fuerza que solo podemos reconocer como netamente femenino y vinculado con el símbolo de la Diosa.



jueves, 21 de junio de 2012

BECHAMEL EXÓTICA

Interesante variación de la bechamel clásica; es particularmente buena con verduras al vapor y pescado graso asado a la parrilla. Un secreto: la textura ligera de esta salsa radica en la larga cocción a fuego mínimo. 
Para una variación vegetariana prepara esta salsa con leche de soja.



INGREDIENTES

2 Cucharadas de aceite de girasol o de cacahuete/maní
40gr de harina integral
500ml de leche de coco o infusión de leche 
30gr de jengibre fresco, triturado fino
50gr de chalota muy picada
1 diente de ajo
1 chile/ají picante rojo, sin semilla, picado fino
1 cucharada de zumo de limón o de lima
Sal

ELABORACIÓN
  1. Calentar el aceite en una cacerola, agregar la harina (tamizada) y cocer entre 4 y 5 minutos (formando lo que llamamos en cocina Roux), revolviendo hasta que comience a sentir un agradable aroma a nuez.
  2. Agregar la leche; hacer que rompa a hervir lentamente, sin dejar de batir para que la salsa no se pegue en el fondo de la cacerola.
  3. Cuando la salsa tenga la consistencia de la nata para montar, pasar a una cacerola para baño María o a un bol puesto sobre una cacerola con agua a fuego suave. Tapar y cocer lentamente el vapor unos 45 minutos; revolver con frecuencia para que no se forme película.
  4. Agregar el resto de los ingredientes, salvo el zumo de lima y la sal; cocer al baño Maria otros 15 minutos más. Retirar del fuego, añadir el zumo de lima y batir, salar a gusto y servir de inmediato.
Nota
  • Conservación: 1 semana en el frigorífico y 3 meses en el congelador.
  • Puede que te interese la receta de la Bechamel clásica.



TÉRMINO CULINARIO: DUXELLES

Picadillo de setas u otros ingredientes.

TÉRMINO CULINARIO: DORAR

Dar a los alimentos un bonito color amarillo tostado. Puede hacerse en una sartén , saltera, placa, al fuego o en el horno. Es una técnica de cocción que consiste, que por medio del calor sellamos los poros del artículo para evitar que haya una pérdida de jugos nutritivos.

Os aconsejo estas entradas que hablo de esta técnica, más en profundidad:




TÉRMINO CULINARIO: DOBLAR

Pliegues que se hacen a una masa previamente estirada, por ejemplo el hojaldre.