INGREDIENTES
Leche entera | 150ml |
Nata para montar | 600ml |
Café recién molido | 4 cucharadas |
Yemas de huevo grandes | 3 |
Azúcar | 115gr |
Granos de café recubiertos de chocolate | para decorar |
Cacao en polvo | para decorar |
ELABORACIÓN
- Caliente la leche y 450 ml de nata en un cazo de fondo pesado y añada el café removiendo bien. Justo antes de que la mezcla rompa a hervir, retírela del fuego y déjela reposar tapada unos 5 minutos. Pásela después por papel de filtro o por un tamiz o colador.
- Con un batidor de varillas, bata las yemas y el azúcar en un cuenco hasta que se espesen y adquieran un tono claro (blanquear). Incorpore poco a poco la mezcla de la leche, removiendo continuamente con una cuchara de madera. Caliente la mezcla a baño María (o directamente en el cazo, después de aclararlo) a fuego lento de 10 a 15 minutos, sin dejar de remover, hasta que se espese lo suficiente como para cubrir el dorso de la cuchara. No deje que hierva ya que se cortará.
- Retire la crema del fuego y déjela reposar al menos una hora, removiéndola de vez en cuando para evitar que se forme nata en la superficie.
- Si dispone de una heladera, bata con ella la crema fría siguiendo las instrucciones del fabricante. También puede congelarla en un recipiente apto para el congelador, sin tapar, durante 1 o 2 horas, o hasta que empiece a cuajar por los bordes. A continuación, vierta la crema en un cuenco y remuévala con un tenedor o bátala en un robot de cocina hasta que quede homogénea. Vuelva a congelarla 2 o 3 horas o hasta que se solidifique. Para conservar el helado, guárdelo tapado en el cogelador.
- Para servir, monte el resto de la nata. Reparta el helado en tazas de café anchas y alise la superficie. Disponga encima una cucharada de nata, espolvoreéla con cacao en polvo y decore con unos granos de café con chocolate.
Nota:
- El café recién molido puede sustituirse por café soluble, pero el helado resultante perderá ese aroma tan característico.
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